Cada curita que pego es una dosis de amor que llevo en mis manos, porque sanar heridas es mi pasión y cuidar a los demás es mi misión.
Cada curita que coloco, es una sonrisa que regalo y un abrazo invisible que envío.
La sonrisa de mis pacientes es la mejor medicina que puedo recibir en mi día a día como enfermero.
Cada sonrisa que logro arrancar en medio del dolor, es una victoria que me llena el corazón de gratitud y satisfacción.
Cada sonrisa que logro sacar a mis pacientes es mi mayor logro del día, porque sé que mi cuidado ha llegado hasta su corazón.
Cada curita que pego, es una dosis de amor que regalo.
«Con cada sonrisa que regalo y cada mano que sostengo, siento que mi labor como enfermero/a se convierte en un rayo de luz en la oscuridad de la enfermedad.»
Cada sonrisa de agradecimiento de mis pacientes es mi mayor recompensa, porque en cada una de ellas siento que mi labor como enfermero ha valido la pena.
Cada sonrisa de agradecimiento de mis pacientes es la mejor medicina para mi corazón de enfermero.
Cuido corazones con mis manos y sonrisas, porque en cada paciente hay un universo de esperanzas por descubrir.
Cada sonrisa de agradecimiento de mis pacientes es mi mayor recompensa, porque saber que hice una diferencia en su día me llena el corazón de felicidad.
Cada sonrisa que logro arrancar en medio del dolor, es mi mayor recompensa como enfermero.
Cada curación que realizo está llena de amor y esperanza, porque en cada piel que cuido veo la oportunidad de hacer brillar una sonrisa.
Cada curita que pongo es un pequeño gesto de amor que alivia dolores y reconforta corazones.
Cada curita que pongo es un pedacito de cariño que te regalo, porque cuidarte es mi mayor alegría en esta profesión de corazón.
Cada sonrisa de agradecimiento de mis pacientes es la mejor medicina para mi corazón de enfermera.
Cada sonrisa de agradecimiento de un paciente es mi mayor recompensa, ¡soy enfermera y amo lo que hago!
Cada curita que pego es un pedacito de amor que dejo en tu piel para sanar tus heridas.
Cada sonrisa de agradecimiento de mis pacientes es mi mayor recompensa, porque sé que mi cuidado ha hecho la diferencia en su día.
Cada curita que pongo es una dosis de amor y cuidado que les mando directo al corazón.